Uniformes para TCP: 5 claves sobre su importancia y uso correcto

Como ocurre en otras profesiones, un punto clave a la hora de ejercer como TCP es la imagen y, como parte de esta, el uniforme. Mucho ha cambiado el atuendo utilizado por el personal de las aerolíneas desde aquellos años 30 del siglo pasado, cuando los aviones, primero con un cariz militar y décadas después ya con fines comerciales, comenzaban a unir ciudades y países de todo el mundo. ¿Has visto esas imágenes en blanco y negro donde las azafatas vestían, más bien, de enfermeras? Seguro que sí. Y es que en un primer momento esa fue su función: el acompañamiento sanitario en aquellos primeros vuelos militares. Todo, ya lo imaginarás, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

Dejemos la historia y pensemos en el presente y la evolución y funciones que tienen los uniformes para las compañías aéreas. Sobra decir que, poco a poco, hemos ido ganando en comodidad (algo muy necesario, especialmente para los vuelos de largo ratio) y, sobre todo, ahora los atuendos son mucho más funcionales, seguros y duraderos, además de, visualmente, mucho más modernos.

Incluso parecen dignos de las mejores pasarelas, ¿verdad? Y lo son. ¿Sabías que detrás de los uniformes de las grandes compañías casi siempre está la firma de diseñadores de prestigio? En el pasado, nombres como Balenciaga o Yves Saint Laurent tuvieron ese honor. Eran tiempos en que tomar un vuelo estaba reservado a las élites económicas. Un claro ejemplo fue la icónica Alitalia, desaparecida en 2021, y cuyas azafatas y auxiliares de vuelo vistieron uniformes diseñados, por ejemplo, por Giorgio Armani.
Ahora otros como Adolfo Domínguez o Pertegaz también han creado este tipo de indumentarias y, sin ir más lejos, el reciente cambio de uniformes de Iberia se presentó sobre las pasarelas de la Madrid Fashion Week.

Para ti, hemos resumido lo más importante que debes saber sobre la uniformidad en las aerolíneas: ¿por qué es tan importante y cómo debe usarse?

1. Valor agregado a la identidad corporativa. Ajustándose a los tonos característicos y a la imagen general de la compañía (quizás es más tradicional y enfocada a un pasajero de alto poder adquisitivo; o más fresca, innovadora y juvenil, según el caso), el uniforme, tanto en su confección y estilo como en cómo lo portan sus trabajadores, es un factor clave en la percepción de la imagen que tienen los usuarios sobre la empresa.
2. En línea con la imagen del TCP. Si importante es el uniforme (sobra decir que debe estar perfectamente planchado y limpio), no lo es menos la apariencia de quien lo lleva. Cuando seas TCP deberás lucir impecable. Cuida tu cara, tu piel, tu cabello… Existen, incluso, normas claras sobre el maquillaje, la manicura y cómo llevar el pelo (recogido siempre que toque los hombros). Los hombres también tendrán sus pautas referentes al pelo y la barba, pero, además, no hay que olvidar la importancia de la pose. La naturalidad será, siempre, la mejor aliada. Sonríe, sin forzar, y mira de forma directa y amable al pasajero.
3. Sin ‘extras’ de ningún tipo. Ninguna aerolínea permite que sus trabajadores adapten a su estilo o preferencias el uniforme ni que, por supuesto, le agreguen cualquier otro elemento que no esté establecido por la compañía. Todo está dictado de forma clara e innegociable.
4. ¿Alguien supervisa? Sí, el sobrecargo tiene la responsabilidad de, como se diría en el argot militar, ‘pasar revista’. Es decir, comprobar que toda la tripulación cumple con los cánones de uniformidad marcados.
5. Horarios y otras condiciones. El uniforme debe usarse solo mientras se está de servicio. Es decir, no se permite su uso en otros lugares, ni de forma parcial ni total. Además, ¿sabías que las compañías no permiten comer chicle mientras se lleva el uniforme? Por supuesto, tampoco beber alcohol ni consumir otro tipo de sustancias.

Si estás formándote como TCP o está presente en tu mente, tener claras estas claves y cuestiones sobre uniformidad es importantísimo para tu futuro.

Foto: AirFrance