Bruno fue un alumno brillante que pasó por nuestra escuela de Air Hostess Murcia y ya trabaja volando solamente dos meses después de obtener su licencia de TCP.
Siempre le interesó el mundo de la aviación ya que hace varios años trabajó en la unidad de salvamento de alta montaña en Francia y según él, “
la mayoría de la intervenciones eran con ayuda de helicóptero”. “También volaba a menudo con amigos propietarios de avionetas en el aeródromo de Gap-Tallard en los Alpes Franceses”.
Finalmente su oportunidad de trabajar volando surgió ahora,
“tuve la opción de hacer el curso de Tripulante de Cabina de Pasajeros con Air Hostess e intentarlo antes de que fuera demasiado tarde”. Le interesaba trabajar en aviones privados por la particularidad del trabajo y porque le permitiría tener tiempo personal suficiente.” Ahora tengo la oportunidad de poder trabajar volando con un gran equipo”.
Según sus palabras, su experiencia en la escuela fue estupenda, además de por los profesores (especialmente Pablo, el director de Air Hostess Murcia), gracias también al servicio de alojamiento que le permitió poder centrarse en estudiar
“mejor que en mi propia casa”, nos comenta. Las asignaturas que más le gustaron fueron las de Seguridad, técnicas de los aviones y las relacionadas con salvamento en general. “
También me gustó mucho el tema de la piscina, la parte de salvamento y las prácticas , muy importantes en este trabajo porque te das cuenta de que siempre hay que estar preparado para lo que sea y tienes que cuidar tu forma física e intelectual”.
La escuela ayuda mucho a la hora de encontrar trabajo en la aviación ya que tiene muchos contactos en este sector, que pone a disposición de los nuevos TCPs .
“Las compañías aéreas deberían tener más confianza en los nuevos tripulantes de cabina de pasajeros que acaban de aprobar el curso”, ya que gracias a escuelas como Air Hostess los nuevos tripulantes llevan una preparación excepcional para comenzar a trabajar volando de manera inmediata en cualquier compañía aérea.
Nuestro ex alumno recomienda este curso a los jóvenes en especial, ya que él considera que
“es una fantástica inversión para tener un gran futuro y una gran carrera en el mundo de la aviación y poca gente se da cuenta de las oportunidades que pueden surgir, porque sólo miran el dinero que cuesta hacer el curso. Gracias a éste aparecerá un gran futuro, en un trabajo espectacular donde aprender muchísimo día a día, conocer gente muy interesante y por supuesto viajar y ver mundo”. Según Bruno, este trabajo tiene mucha responsabilidad y te hace sentir importante cuando lo realizas, “no es cualquier trabajo y hay que estar siempre al 100%”.
Para él “cada vuelo es una aventura y nunca sabes lo que puede ocurrir, te obliga a estar en formal y a que no se instale la rutina en tu vida, además de aprender muchísimo cada día”