Los secretos de mi bolsa de vuelo.
17/01/2014Mi bolsa de vuelo es lo más parecido que he visto jamás al bolso de Mary Poppins, la experiencia en estos últimos años de vuelo me han hecho una mujer más que prevenida.
Si estáis en medio de un vuelo y se os cae un botón o se os descose el uniforme, ahí estaré yo para prestaros el Kit de costura. Que os habéis tomado un café y queréis borrar ese rastro de vuestro aliento siempre llevaré un spray para disimularlo, si necesitáis bolígrafo de repuesto, medias, calcetines, limpia zapatos, tiritas, laca, horquillas, maquillaje, colonia, desodorante una boquilla para realizar insuflaciones en caso de un RCP reutilizable… pues también lo tendré. Si necesitáis revisar las últimas circulares operativas de la compañía, revisar o consultar nuestro manual o incluso saber cuánto es el tiempo aproximado en leer las voces de emergencia, mi bolsa de vuelo os lo dirá.
Si tenemos que pasar una noche fuera de forma repentina o inesperada, por fallo técnico en el avión, acumulación de horas de actividad por retrasos en la operativa o alguna otra causa, quizás yo sea la única de toda la tripulación que pueda dormir con mi pijama e incluso cambiar el uniforme y los tacones por un cómodo vestido y unas prácticas bailarinas.
¿Cómo es posible que entre todo eso en tu bolsa de vuelo?
Pues durante los primeros años de mi trabajo solamente era capaz de llevar la tercera parte de lo que hoy esconde su interior, pero poco a poco mi capacidad de trabajar en espacios reducidos fue incrementado de forma insospechada. Hoy por hoy sería capaz de meter un elefante en mi coche, el carro de mi hijo, la maleta de mi marido y con suerte aun habría espacio para montarnos nosotros también.