Seguro que cuando has volado como pasajero has visto a más de un niño, niña o joven acompañado por el personal de la aerolínea y tripulantes de cabina en la que vas a volar. Ellos son denominados UM (Unaccompanied Minor o ‘Menor no acompañado’) que, por uno u otro motivo, embarcan en un avión sin la compañía de un familiar adulto. Una situación que cada día es más común.
En sus caras puedes percibir todo tipo de sentimientos. Desde aquellos que, quizás por ser hijos de padres separados, afrontan el viaje con tranquilidad (seguramente han volado así desde muy pequeños y están acostumbrados), hasta otros que percibes en su cara cierto miedo y nerviosismo porque quizás es su primera vez. ¿Qué pasará por su cabeza?
Sea cual sea la situación, es vital que tanto el personal de tierra de la compañía aérea como el tripulante de cabina que tendrá que estar a su cargo durante el vuelo tengan muy claras sus funciones porque, no lo olvidemos, un menor no acompañado es un pasajero especial (al igual que se considera a las personas en silla de ruedas o con cualquier tipo de discapacidad) y, como tal, necesita un trato diferenciado.
Este servicio de acompañamiento puede ser solicitado por los tutores del menor desde que tiene 5 años. Para vuelos nacionales, es obligatorio hasta los 11 años. Si se trata de un vuelo internacional la obligatoriedad se extiende hasta los 14 años de edad. A partir de esta edad (11 o 14 años, dependiendo del país y del tipo de vuelo), las aerolíneas permiten volar al niño o joven sin necesidad de ir acompañados de sus tutores o programas de acompañamiento de menores.
A continuación vamos a detallarte sobre qué cuestiones deberás estar especialmente atento cuando tengas bajo tu responsabilidad a un pasajero menor de edad que viaja solo. Principalmente son cuatro.
1. No debe viajar en un asiento que esté en las salidas de emergencia o que pueda dificultar el paso hacia las vías de evacuación del avión, o a la zona donde están los materiales de emergencia. Este protocolo se tiene en cuenta desde el momento del check-in pero, si eres tripulante de cabina, debes prestar atención a este detalle. Si se hubiera producido un error y/o malentendido, será importante reubicar al pasajero.
2. ¿Lleva toda la documentación? ¿Está en un lugar seguro? Además del pasaporte y la tarjeta de embarque, los menores deben viajar con toda una serie de papeles como todo lo relativo a permisos de viaje, información sobre sus personas a cargo tanto en el punto de salida como en el de llegada, etc… Aunque a veces hay variaciones según las aerolíneas y/o los países de destino, deberás comprobar que el menor no solo lleva todo lo requerido, sino que, además, lo custodia bien y no se produce ningún tipo de olvido o pérdida en el trayecto desde el mostrador de facturación hasta que finalmente llega a su destino y es entregado a quien le espera en el otro punto.
3. Hay que informar al comandante, pues este siempre debe tener pleno conocimiento de las circunstancias del vuelo y, una de ellas, es conocer cuántos pasajeros especiales van a bordo.
4. Atención constante. Ya sea en los aeropuertos de inicio y de llegada, así como en el avión, los adultos que garantizarán la seguridad y acompañamiento del menor no pueden perderle de vista. Siempre con cercanía lo principal es, como ocurre con todos los pasajeros especiales, estar atentos a sus necesidades y ayudarle en todo lo que precise. Por este motivo lo más habitual es que viajen en los primeros asientos para que estén siempre a la vista.
¿Es todo cuanto debes saber? Además del plano protocolario y teórico, estamos hablando de pasajeros, y por lo tanto, de personas con necesidades especiales. Por eso, lo más recomendable es sacar tu lado más empático.
Los niños, por el simple hecho de serlo, siempre van a demandar un esfuerzo ‘extra’ por nuestra parte. Una dosis más de mimo, de atención e incluso, de juegos. Sí, todos los viajeros deben tener un vuelo agradable, pero lograr que un niño o niña pierda el miedo y aterrice con la sonrisa y feliz será una de tus mayores satisfacciones como tripulante de cabina.
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