Sí, exactamente. El pasado 22 de agosto saltó a los medios una noticia nada habitual: los pasajeros de un vuelo Ibiza-Madrid se toparon con que, antes de despegar, un arma se disparaba.
Afortunadamente el asunto se quedó en un susto, sin que ni los pasajeros, ni la tripulación, ni el avión en si sufriesen ningún daño, pero muchos se preguntaron entonces cómo era posible que algo así sucediese.
Aunque las armas de fuego son uno de los elementos que la normativa impide subir a la cabina de un avión, existe una excepción: las fuerzas de seguridad del estado. Los agentes de la policía, la guardia civil y el ejército pueden embarcar con su arma reglamentaria, pero una vez dentro del avión deben entregarla al comandante para que esta sea transportada en la cabina de mandos.
El incidente de Ibiza fue un accidente provocado precisamente en el momento de ese intercambio, cuando el agente entregaba su arma. La pistola se disparó accidentalmente, y, afortunadamente, sin consecuencias que lamentar.
¿Sin consecuencias? Aunque afortunadamente no hubo heridos de ningún tipo, el accidente sí tuvo consecuencias. Es lógico pensar que escuchar un disparo junto a tu asiento antes de despegar puede provocarte un ataque de nervios, una crisis de ansiedad, o, si eres un pasajero sensible, aumentar exponencialmente tu miedo a volar. Es aquí donde entra en juego la pericia y la preparación de los TCPs.
Los auxiliares de vuelo fueron capaces de mantener al pasaje tranquilo, relajado y a salvo en todo momento, evitando que el ya de por si desagradable incidente tuviese consecuencias a mayores. El vuelo despegó y aterrizó sin problemas, y los pasajeros llegaron a su destino en tiempo.
Desde luego un disparo es un elemento perturbador muy poco frecuente en un vuelo, pero el trabajo de un TCP le obliga a lidiar a diario con otros muchos problemas que pueden desatar los nervios de los pasajeros: turbulencias, pasajeros con fobias, niños con poca adaptación al vuelo, retrasos… Una buena formación es clave a la hora de poder conducir con éxito la situación y lograr que todo el mundo conserve la calma.
Sí, exactamente. El pasado 22 de agosto saltó a los medios una noticia nada habitual: los pasajeros de un vuelo Ibiza-Madrid se toparon con que, antes de despegar, un arma se disparaba.
Afortunadamente el asunto se quedó en un susto, sin que ni los pasajeros, ni la tripulación, ni el avión en si sufriesen ningún daño, pero muchos se preguntaron entonces cómo era posible que algo así sucediese.
Aunque las armas de fuego son uno de los elementos que la normativa impide ...
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