Y por fin... llego el día, y que rápido paso! Finalmente tengo mi licencia de vuelo. Me pregunto cuantas veces no habré pensado en empezar este camino, dejar un trabajo fijo, una ciudad, decenas de amigos y justamente en el momento en el que mejor me encontraba en él... y seis años después de haber servido al ejército español, tome una gran bocanada de aire, me arme de valor y decidí salir de mi zona de confort, esa zona en la que tantas veces caemos y de la que resulta muy difícil salir, pero haciendo una balanza, finalmente supe que ¡quería volar!
Fui a muchas academias a informarme antes de dar ese gran paso, ese enorme cambio, en el que todos me tachaban de loca, de los tiempos que corren, bla bla bla... pero yo ya lo tenía claro. Entre academia y academia, foro aquí y foro allí, di con Air Hostess y recuerdo que desde el primer momento supe que esta sería mi academia y así fue. El apoyo que he recibido de ellos y la experiencia de lo que he vivido aquí no se podría comparar con ninguna otra, la vida está llena de etapas y muchas veces debes cerrar algunas para darle paso a otras maravillosas, como lo ha sido esta. Me quedo no solo con mi licencia de vuelo, la cual me abrirá puertas en prácticamente todo el mundo, sino también y sobre todo con las personas que he conocido aquí, los profesores, los directores, mis compañeros de la clase de VLC 312 y especialmente mis chicos de la 313. Impresionante.
Me quedo sin palabras para describir lo feliz que estoy del cambio que he dado en mi vida, de lo que he aprendido y de los recuerdos que me llevo.
El único consejo que doy a quien tengo cerca de mí, es que hagas lo que hagas, no hay que olvidar que si eliges un trabajo que te apasiona, no volverás a trabajar!
ahora cuando mis días en la academia de auxiliares de vuelo, están tocando su fin, es cuando empieza realmente esta aventura... y solo me queda decir ¡Gracias!
Geraldine Villa Cardona
Y por fin... llego el día, y que rápido paso! Finalmente tengo mi licencia de vuelo. Me pregunto cuantas veces no habré pensado en empezar este camino, dejar un trabajo fijo, una ciudad, decenas de amigos y justamente en el momento en el que mejor me encontraba en él... y seis años después de haber servido al ejército español, tome una gran bocanada de aire, me arme de valor y decidí salir de mi zona de confort, esa zona en la que tantas veces caemos y de la que resulta muy...
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