En memoria de Laureano Ruiz: El piloto más longevo del mundo

Hoy, con gran pesar,  recordamos a Laureano Ruiz Liaño, un hombre cuyo nombre resonará siempre en la historia de la aviación. Nacido en Santander el 15 de julio de 1924, Laureano falleció en Murcia, el pasado 27 de julio, apenas 12 días después de cumplir cien años. Su vida fue un testimonio de pasión, dedicación y amor por el vuelo, dejando tras de sí un legado imborrable.

Una vida dedicada a la aviación

Laureano Ruiz Liaño llevaba a gala ser el piloto más longevo del mundo, un título que heredó tras el fallecimiento de un colega estadounidense. Su trayectoria comenzó en 1943 cuando, inspirado por la insignia de vuelo sin motor de un amigo, decidió iniciar su formación como piloto. Durante su servicio militar, adquirió experiencia como piloto privado y se especializó en acrobacias y fumigación. Con el tiempo, extendió sus habilidades a vuelos comerciales en Aviaco, aunque pronto se dio cuenta de que prefería la libertad a las ataduras de los horarios estrictos.

En los años 40, fundó el club de vuelos sin motor 'Planeadores Ícaro', y en los 50, comenzó a enseñar aviación mientras construía aviones pequeños en su tiempo libre. Su pasión por volar no conocía límites; acumuló más de 23.000 horas de vuelo en 65 aviones diferentes. Hace apenas un año, renovó su licencia de vuelo, y bromeaba diciendo: "La memoria no me falla, me falla el tren de aterrizaje". Para él, volar era más que un oficio; era una forma de vida donde la edad desaparecía y solo quedaba la libertad del cielo abierto.

Un legado imborrable

Laureano Ruiz no solo fue un piloto excepcional, sino también un innovador. Inspirado por una idea francesa, introdujo los vuelos publicitarios con cartel sobre las playas, y compartió su vasto conocimiento como instructor en el aeropuerto de La Albericia y más tarde en el Aeródromo de Los Martínez en Murcia, donde trabajaba junto a uno de sus hijos.

Laureano era una figura venerada entre los suyos, conocido por su habilidad para volar cualquier aparato sin necesidad de instrucción previa. Era historia viva de la aeronáutica de Cantabria y España, como lo describió César Martínez Ruiloba: "Un aviador nato que con sus conocimientos de vuelo y el tacto de sus manos y pies ha sido capaz de volar cualquier aparato sin necesidad de recibir instrucción sobre él".

Un adiós sentido

Desde Air Hostess, queremos expresar nuestras más profundas condolencias a la familia de Laureano Ruiz Liaño. Su vida y su legado nos han enseñado a vivir y disfrutar de nuestras pasiones hasta el último momento. Laureano no solo fue un pionero en la aviación, sino también un ejemplo de cómo seguir nuestros sueños con perseverancia y amor incondicional por lo que hacemos.

Nos despedimos de él con el mismo cariño y admiración con los que él vivió su vida, mirando siempre hacia el cielo, donde su espíritu seguirá volando libre.